¿Y eso por qué lo hacen así.?… Ummm, Porque aquí SIEMPRE se ha hecho así…
Esta es la definición de una vaca sagrada. Un procedimiento, proceso o actividad que se utiliza siempre igual, sin cuestionamiento y que se ha perpetuado organizacionalmente en el tiempo a pesar de que las condiciones sobre los que se diseñó y para lo que se propuso pudieran haber cambiado.
Las vacas sagradas las conseguimos en todos lados. En su mayoría estarían catalogadas como Activos Organizacionales pues guían la forma en la que se hacen ciertas cosas en una empresa. Forman parte de la Cultura Empresarial y por lo tanto son muy difíciles de cambiar a menos que el cambio venga desde las alturas del poder.
Los directores de proyecto debemos aprender a trabajar con esos activos organizacionales y con cada cultura empresarial, so pena de convertirnos nosotros mismos en un riesgo importante para el proyecto que lideramos.
Todos nuestros instintos y nuestra formación como Directores de Proyecto hace que queramos mover las cosas rápidamente tratando a veces de cabalgar sobre las vacas sagradas para acelerar o destrabar situaciones que afectan nuestro proyecto.
No es nuestro rol el luchar contra la corriente en esa materia. Como diría mi abuelo “hay tiempos y lugares”. Lo conveniente es en la medida de lo posible aplicar un poco de Judo Empresarial en el que aprovechamos la fuerza de esa cultura a favor del equipo de proyecto. No siempre se puede por lo que nos quedaría en todo caso aceptarla y acatarla.
Tratar de by-pasear las vacas sagradas y la cultura empresarial desde un rol de gerente de proyecto, es una receta segura para que la organización se nos venga en contra. Lo hemos visto pasar una y otra vez.
En nuestro rol, ordeñemos la vaca y tomemos café con leche mientras el procedimiento sigue su curso. Muuuuuucho riesgo.
Francisco Gómez, PMP
Gerente de Ventas y Proyectos Especiales
Soluciones para T.I.