“En preparación para una batalla siempre me he conseguido que los planes son inútiles, pero la planificación es indispensable” – Dwight D. Eisenhower

Este general, político y presidente de los Estados Unidos se refería a que por definición, si planificas para una emergencia, la misma definición de “emergencia” es que ella es inesperada por lo que seguramente no va a ir de acuerdo a un plan.

En proyectos nos preparamos para ejecutar un conjunto de actividades que generarán un producto, servicio o resultado único. Por esta razón y aún cuando hayamos realizado proyectos similares, cada uno es único en si mismo pues al menos las circunstancias bajo las que se ejecuta cambian. Cada uno es su propia “emergencia”.

Así, nos preparamos para convertirnos en los líderes de un equipo técnico-esotérico que cual una especie de Nostradamus-Estadístico , quiere predecir el futuro con una probabilidad del “n%”, siendo “n” un número o un rango variable para cada predicción catastrófica o beneficiosa que hacemos.

De esta forma, pasamos por los procesos de Planificación de la Gestión de Riesgos, Identificación, Análisis Cualitativo, Análisis Cuantitativo, Planificación de Respuestas y finalmente al Control de los mismos. Todo esto genera el famoso Plan de Riesgos y su correspondiente seguimiento. ¡ Ahhh … Si, ese Plan de Riesgos!

Sentarse a ejecutar estos procesos en equipo y en forma iterativa, genera cierta cantidad de actividades y costos adicionales que van en beneficio del proyecto, no tanto por el plan que se genera en si mismo; sino por el proceso de planificación que nos obliga a pensar en un futuro que como decía Einstein, “llega demasiado rápido”.

Los actuales Tecno-Nostradamus de proyectos, tienen herramientas de simulación que hacen más efectivo el proceso de predicción, pero que aun así requieren de experiencias y conocimientos técnicos de relevancia para que estas herramientas puedan entregar información coherente y utilizable.

Muchas de las predicciones no se darán, otras si pasarán aunque probablemente no exactamente como las pensamos, algunas otras ni siquiera nos pasarán por la mente. Sin embargo, este proceso cognitivo es “imprescindible” y nos ayuda adicionalmente a generar las reservas gerenciales de dinero y variaciones probables de tiempo que maximizan la probabilidad de obtener un proyecto exitoso. ¡Ahhh si, ese…”

Francisco Gómez, PMP
Gerente de Ventas y Proyectos Especiales
Soluciones para T.I.

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